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viernes, 20 de diciembre de 2013

CRÓNICAS DE UNA HISTORIA:  EL CLUB   DE ULTRAFONDO PRETORIANOS DE TOMARES

I ¿Cuando nace nuestro Club?
Hace unos meses ingresé en el Club de Ultrafondo Pretorianos de Tomares. Me preguntaba cuándo nació nuestro club y acudí a unos de sus miembros más veteranos, Máximo Severo, el más severo de todos los máximos, el cual me respondió con la pregunta ¿cuándo o por qué nace?, diciendo que ésta es la mejor forma de contestar a una pregunta: haciendo otra. Así cabe la posibilidad de la que la otra persona no te responda y no tengas que contestar. Esto puede ser útil cuando se trata de una pregunta molesta, pero éste no es el caso, pues es bueno recordar lo vivido, ver las cosas con la perspectiva del tiempo transcurrido y reflexionar sobre si aquella decisión fue la correcta o no, al menos desde su punto de vista. Y así me dispongo a escribir lo relatado, la historia de cómo nace nuestro club, cuáles fueron sus orígenes, y como tal vez se convirtió probablemente en un referente para muchos de lo que realmente significa el ultrafondo. Y será su historia. Un último detalle, lo que los Pretorianos han vivido, lo que han compartido, es la esencia del Ultrafondo: el esfuerzo compartido, la victoria conjunta, deja mejor sabor de boca que el triunfo individual; otros no lo ven así, pero esos no hacen ultrafondo, esos hacen maratones largos.


II La que podría haber sido la primera Crónica.
Si por uno de esos avatares del destino nos gustara la tradición, la historia, la mitología romana, o todas esas cosas, hubiéramos recurrido a las sibilas para saber lo que nos deparaba el destino. Si por un casual nos gustaran las pruebas de ultrafondo y hubiéramos nacido para esta locura en tierra santa y en los 101, nos habría gustado que la sibila, rodeada por esas columnas que parecen miliarios en las ruinas de Delfos, nos hubiera dicho que veía en el futuro un Club de Ultrafondo, formado por amigos, que nacería alumbrado por la luz de los 101, y que su origen estaría en un pacto entre dos, con el sagrado juramento de no abandonar a un compañero en el campo de batalla hasta perecer todos. Pero claro, todo esto probablemente no llegaría a cumplirse, todo hubiera sonado tan perfecto que difícilmente hubiéramos llegado a creernos lo que la profetisa viera en el oráculo; pero como somos soñadores, nos hubiéramos dejado llevar por sus palabras y en nuestra mente imaginaríamos como ocurrirían esos hechos.
Imaginaríamos, o mejor soñaríamos, que dos participantes en un lejano 2002 se conocerían la noche antes de los 101, que entre charlas empezarían a conocerse y a coger confianza, incluso por adobarlo todo de detalles insignificantes, que darían más credibilidad a nuestro sueño, nos imaginaríamos a uno de ellos dando buena cuenta de los macarrones que el otro, probablemente nervioso, era incapaz de comerse. Los imaginaríamos acompañados de un tal Rafa el Galeno y de otro tal Javi que había participado el año anterior, pero se vio obligado a abandonar. Y soñaríamos que estos dos nuevos amigos, coinciden a partir del kilómetro 60, que uno de ellos llama a la madre para decirle lo mal que se encuentra; y que intentaría llegar a Montejaque para que lo viera el médico. En nuestro sueño, los veríamos recorrer juntos desde el kilómetro 67 al 77, y recorrerlo en 4 horas, para darle un toque de dureza y dificultad. Y como no, nos los imaginaríamos entrando en el Cuartel de La Legión, haciendo un sagrado juramento de no abandonar, de acompañarse el uno al otro, sin importarles si uno se encontraba mejor y hubiera podido irse para adelante. Llevados por nuestro sueño y nuestro romanticismo, los imaginaríamos sellando un pacto entre hermanos, un juramento que se mantendría hasta nuestros días. Nos hubiéramos imaginado a otros participantes, coincidir sin conocerse subiendo la cuesta del cachondeo, donde uno le habría prestado uno de sus dos bastones a otro participante para que subiera mejor las últimas rampas de esa interminable subida, y de cómo en ese tramo se conocerían personalmente amigos que solo lo eran de foros de carreras y del foro de los 101.
Soñar es gratis, así que saldríamos de nuestra visita a la sibila encantados por sus palabras, imaginando que nada podría salir mejor y deseando en lo más profundo de nuestro corazón que todo lo que había predicho se hiciera realidad. En fin… sueños. Aunque recuerda: “La diferencia entre las ilusiones y los sueños, es que las ilusiones acaban por desvanecerse y los sueños acaban convirtiéndose en realidad”

III  Una de romanos.
Veintiuno de abril, estamos en nuestro mes Aprilis, mes en que la naturaleza comienza de nuevo abrirse; corría el año 2.759 ab urbe condita. No podía existir una prueba que se llamara las LXVII Millas Romanas sin que a ella acudieran "Los Pretorianos de Tomares", así que, por primera vez, hacia la ciudad de los soldados licenciados de Octavio Augusto encaminaron sus pasos. La ciudad fundada por el legado Publio Carisio les abría sus puertas para que, a lo largo de 100 kms, hicieran lo que mejor saben hacer: "Jugar a los romanos".
Después de las fotos de rigor, "Los Pretorianos de Tomares", se preparan para recorrer esa distancia jugando a correr; allí se reúne un nutrido grupo de amigos, que sin pertenecer a un mismo club, sienten una especial afinidad por una serie de valores como son la amistad, el compañerismo y disfrutar compartiendo la dureza que siempre conlleva una prueba de ultrafondo. Estamos en Mérida, Agripa nos recibe y nos saluda desde su estatua ecuestre, desde la altura mira a los que participarán por primera vez en una prueba de ultrafondo como preparatoria para hacer sus "101 kms. contra el cáncer". Por otro lado acuden dignos participantes y merecedores de permanecer, no solo en el recuerdo de este humilde bardo, sino de ser mencionados en lugar destacado de estas crónicas antecesoras de la fundación del club. ¡Puedo ir más rápido... pero no! ¡Corremos para disfrutar! Son algunos de los muchos gritos que esa noche acompañaron a este grupo de locos, por sus andanzas por la inmortal Colonia Iulia Augusta Emerita.
Los primeros miliarios romanos, la piedra que marca los mil pasos, pasa a ocupar un lugar destacado en el álbum de recuerdos Pretorianos, igual que los Pretorianos empiezan a ocupar un lugar destacado en el que será el álbum de recuerdos de la prueba, hasta el punto de que en el futuro no se concebirá una edición de esta prueba sin "Los Pretorianos de Tomares".


IV 
¿Dónde se ha visto a un grupo de romanos sin un estandarte?.
Después de la participación de "Los Pretorianos de Tomares" en el Homenaje a La Legión del 2006, el siguiente reto que se planteaba era participar en "Los Castillos de Ávila", y como no se concibe un grupo de romanos, una legión o como sea que se llamara, ya que a estas alturas de la historia aún no se sabía muy bien que el nombre correcto era una Cohorte, se dio forma al primer estandarte pretoriano. Desde que se supo la fecha en que se celebraría la tercera edición, el número de Pretorianos que dio un paso al frente no dejó de aumentar. "Sabemos que todavía somos minoría los que corremos en sentido contrario a meta para animar a los que van más despacio porque nuestra marca siempre será secundaria…pero hacerlo además con nuestros uniformes romanos nos hace divertirnos y quitarle tensión a carreras de semejante envergadura" (Cayo dixit). Mientras la diosa Fortuna acompaña a los participantes con un fin de semana de sol después de varios días de lluvia por toda Hispania, los Pretorianos continúan su avance... lento, suave, sin miedo. En el castillo de Manqueospese en el kilómetro 27.50, en pleno fragor de la batalla, hubo un momento que se temió por el estandarte. Fue ahí donde un bravo centurión se volvió para salvarlo, ya que como le sucediera al divino Julio, jamás un estandarte sería arrebatado a los Pretorianos en el campo de batalla, y si alguna vez eso sucedió, solo lo fue por medio de la traición y la intriga, al igual que le sucediera a César gracias a las tretas de Cneo Pompeyo Craso. El Centurión sabía que en el kilómetro 42, en el río Adaja, tal vez cerca de la desaparecida Akontia, le estarían esperando para ayudarle a cruzar el kilómetro 50. Pero lo mejor estaba por llegar. Cuando el control de carrera estaba cerrado, sin avituallamientos y sin apoyo logístico… cuatro de los nuestros deciden alcanzar la línea de meta motivados por la ilusión de cruzar ese puente romano…y allí están los otros 16 Pretorianos y acompañantes escoltando su entrada en meta entre vítores y gritos de victoria.
¡Ay, aquel ya lejano 2007!
El año 2007 aún no está tan lejano en el tiempo, y sin embargo cuántas cosas han ocurrido desde entonces. Ese fue el año en que se estrenó la coraza. Es curioso, pero el nacimiento de la coraza tuvo también un toque singular. Según la memoria histórica pretoriana, cuentan, aunque igual se trata de una leyenda, que alguien llamó un día a Cayo Crastino y le comentó que había estado dándole vueltas a la cabeza y que había estado pensando sobre la posibilidad de sustituir la coraza de plástico que se llevaba en algunas ocasiones por una camiseta en la que apareciera serigrafiada una coraza. Cayo le comentó que él también había estado pensando en ese tema. Dicho y hecho, el sábado 11 de mayo, 17 pretorianos salimos a la arena del Coliseum de Arunda estrenando “corazas”, con la intención de aplicar el “credo pretoriano” y poder disfrutar de una carrera que nos ha unido en sentimiento y alma.
Creo que en la crónica hay un error y éramos catorce; tres formaban el equipo de apoyo, pero lo mismo da, todos cuentan. De los catorce, solo abandonaron dos. Y recibimos el siguiente comentario de un afamado galeno de la comarca: “Vuestra filosofía de lo que debe ser el deporte es el ejemplo para los jóvenes y los que no lo son tanto, para entender que el afán de superación no sólo consiste en "cititus, altius, fortius", sino que está en el interior, en la satisfacción de ayudar a los demás en los malos momentos, de saber que puedes contar con el aliento y el apoyo de otros que también saben lo que es sufrir.
Pero, si encima son personas que no están en la competición como tal, sino que dejan pasar una buena ocasión para estar relajados y tranquilos en casa, se dedican a estar pendientes de los demás en todo lo que les hace falta (llevando material, alimentos, incluso simplemente para preguntar como os encontráis y animaros), toda esta "filosofía de vida" se eleva a la máxima potencia y nos enseña que el deporte y la vida (que es una gran competición) puede ser maravillosa si se conoce lo que significa COMPAÑERISMO.
Esa edición de los 101 fue impresionante. Cayo, en su crónica de aquel 101 dijo: "No aparecerá, en esta ocasión, nombre alguno porque serían tantos como anécdotas se vivieron, pero si quedará escrito que al cruzar la línea de meta alguien sintió una mano en el hombro y al darse la vuelta, un corredor le dijo: No me conoces pero quiero decirte que Los Pretorianos de Tomares empiezan a ser una leyenda”
Para algunos, esa experiencia resultó magnifica, y si bien habíamos participado con la coraza, pensamos que debíamos pertenecer al club al que pertenecían aquellos que se hacían llamar “Pretorianos de Tomares”. Es de bien nacidos ser agradecidos, y pensamos que era la forma correcta de hacer las cosas y de corresponder al recibimiento que habíamos tenido, de corresponder a que hubieran contado con nosotros para compartir su filosofía y por confiar en nosotros y pensar que creíamos en lo que ya empezaba a llamarse el Credo Pretoriano.
Esto desembocó en una reunión en la que nos dimos cuenta de que no a todo el mundo le gustaba eso de que miembros de su club corrieran con un casco de plástico, de que portaran una espada de plástico, de que lucieran un estandarte con un escorpión, sino que llegaba a molestarles. La conclusión es que eso que nos parecía genial, no a todo el mundo agradaba porque ya se sabe…

VI  Bellum Hispaliensis. Una enorme decepción: Nadie ha dicho que ser Pretoriano fuera fácil.
Cuando volvimos de la madre de todas las batallas, algunos nos planteamos el pertenecer al club donde estaban integrados, o tal vez habría que decir no integrados, “los Pretorianos de Tomares”, así que se organizó una reunión del club, donde se debatirían varios puntos, entre ellos poner el club al día -ya que si no recuerdo mal el tema de la junta, reuniones, etc. no estaba muy al día-, la admisión de nuevos socios y decidir el tema de las equipaciones, pues se iban a comprar equipaciones nuevas.
A lo largo de la reunión se fueron tratando diferentes temas, como quiénes formaban la junta directiva, pasos a seguir para ser socio del club, cuotas a pagar, etc, etc. Hasta ahí, todo fue más o menos bien, pero… Siempre hay un pero, llegamos al tema de “los Pretorianos de Tomares”, esos descerebrados que corren con un casco y una espada de plástico. Por Dios, ¿Dónde se ha visto a nadie en una carrera con una coraza, un casco o una espada de plástico? A las carreras se va a correr. Se entró en una especie de diálogo de besugos. Evidentemente dejar que las espadas dieran paso a las togas no estaba teniendo muy buenos resultados. No sé si la reunión siguió mucho rato o no, pero lo que está claro es que de allí no se sacó nada positivo. Tanto es así que a partir de ahí creo que tomamos la decisión más acertada: constituir nuestro club, para poder correr vestidos de romano o de lagarterana si nos apetecía, o en pelotas si era una carrera nudista, aunque aquí lo suyo sería no llevar ni coraza ni nada, claro. Allí nos dimos cuenta, quizás por primera vez, de que nadie había dicho que ser Pretoriano fuera fácil.

VII  Bellum Hispaliensis II - El desenlace o como caer solo nos obliga a levantarnos.
Después de aquella reunión, pocas cosas se podían hacer más que admitir que estaba muy feo correr con un casco de romano. Así que pensamos irnos a Sevilla, donde se hacían los actos públicos en los que se quemaban a los herejes, allí mortificarnos, quemar todas las espadas, los cascos, las corazas de plástico, los estandartes, y de paso darnos unos cuantos latigazos, que eso de mortificar el cuerpo siempre ayuda para conseguir el perdón de los pecados.
A punto estábamos de comprar la leña, de hacernos unos capirotes negros y de hacer unas figuritas de cera para quemarlas públicamente en representación de aquellos que no se hubieran arrepentido, no hubieran visto la luz y aún no caminaran por el camino correcto. A punto estábamos cuando...
Cuenta la historia que a poco de comenzar el año 2760 ab urbe condita; el honor, la palabra dada, y el cumplir una promesa, habían dejado de ser moneda de pago común entre los amigos. Cuentan que la amistad había de dejado de ser algo común y que empezaba a ser algo difícil de encontrar. Cuentan que la falta de sinceridad, cuentan que el valorar a las personas o el opinar de ellas sin conocerlas era común de todos los pueblos, no obstante.... Cuentan que cerca de Hispalis, bañada por el río Betis y próxima a la ciudad de Itálica, se empezaba a oír la voz del más famoso ejercito jamás conocido, aquel que tenía el honor, el esfuerzo y la amistad como moneda de pago común entre ellos.
Yo que también he cultivado la frágil rosa blanca de la amistad, lo recuerdo. Recuerdo como empezó todo aquello. Fueron años difíciles, el maligno había conseguido difundir su palabra y había calado en el corazón de algunos, en el corazón de los que se encontraban confundidos; no obstante, este ejercito valeroso entre los valerosos, fiel a su palabra, continuó acudiendo a donde era reclamado para luchar contra cualquier adversidad que se pusiera en su camino, pero sobre todo para demostrar que la envidia no habitaba en sus corazones, que el Honor era lo más importante para ellos y que harían ondear sus estandartes Pretorianos en cualquier lugar al que acudieran. Por ello, cuentan que cuando más todos lo necesitábamos, mi querido Cayo Crastino, el preferido de César, gritó "a mí La Legión", y como un solo hombre acudimos todos. No éramos muchos, no éramos los mejores, éramos… sencillamente diferentes. Hace ya mucho tiempo de aquello, pero aún permanece en mi memoria como algo que me acompañará siempre.

VIII  Y llegó el mes en honor del divino Julio.
Así que nos pusimos manos a la obra. Se nombró una Junta Directiva Provisional. Se empezó a trabajar en la confección de los estatutos y, una vez elaborado el borrador, la Junta Provisional se reunió en Mormolium para darles lectura y realizar las modificaciones oportunas. Se debatió sobre el nombre del club y se decidió que, como en los nombres de los clubes se suele incluir la palabra atletismo, el nuestro llevaría en el nombre la palabra Ultrafondo. Evidentemente se llamaría Pretorianos. Y se decidió que el club se siguiera llamando de Tomares, como muestra de respeto al lugar donde había nacido y al apoyo que su Ayuntamiento había dado con el club. Así nació el CLUB DE ULTRAFONDO PRETORIANOS DE TOMARES.
Una vez realizadas las modificaciones, quedaba una cosa importante, poner fecha a este alumbramiento. Para no dejar nada al azar, se pensó que hubiera estado bien hacer coincidir el nacimiento del club con los 101 de ese año, pero dado que había transcurrido mucho tiempo entre una cosa y otra, se desestimó la idea para evitar problemas cuando se presentará la documentación en la Calle Trajano, cerca de las columnas de Hércules Fundator, que estaréis de acuerdo en que no es mal sitio para presentar la documentación de un club con nuestro nombre.
Ya que corría el mes en honor del divino Julio, se barajó la posibilidad de fecharlo el día 7, pero habríamos tenido que cambiar el casco por una txapela, y el gran Cayo, el preferido de César, habría pasado a ser Lehendakari en lugar de Presidente, así que desestimamos la idea. Ese día también coincidía con la muerte de Rómulo, y aunque ese día se permitían todo tipo de licencias, buscamos otra fecha. El 8 de julio, día de los juegos de Nemea, en honor de Heracles, en recuerdo de su victoria sobre el león de Nemea. O el 9 de julio, en honor de Pytheas, de los primeros en cruzar el estrecho de Gibraltar y del que se tiene el primer testimonio escrito en el que se llama a la península ibérica "Hispania". O el 12 de julio: Día de Cronos. En esta fecha se celebra la antigua Edad de Oro regida por Cronos, y se exalta la primitiva igualdad entre las clases y entre los sexos en una gran fiesta que recuerda a las Saturnales. Eso de que sea el día de Cronos, suena bien, y lo de la igualdad entre clases y sexos, ya me dirán ustedes. De aquí ya pasamos a los Idus de Iulius, que tan malos recuerdos traerían al que dio nombre al mes, allá por el mes de marzo. La coincidencia de este día con la festividad de Santa Justa y Rufina patronas de Sevilla, alfareras de Triana; y nuestro cariño por los ladrillos de la noble Arunda, “Fidelis et Fortis”, hizo que ya tuviéramos fecha de Constitución. Con esa fecha doce de julio de dos mil siete se rubricaron el Acta Fundacional, los Estatutos y el Acta de Aprobación.

IX  Tempus fugit: Crónica de nuestro primer año Pretoriano.
Poco a poco se nos va marchando el año (él también va dando poco a poco un paso detrás de otro hasta alcanzar su meta, dejarnos al menos algo más viejos). El tiempo vuela, y parece que fue ayer cuando Cayo comenzó su crónica de las LXVII millas romanas de Mérida, diciendo aquello de… “Los Pretorianos de Tomares no son ningún Club ni pretenden serlo, son un grupo de amigos que sencillamente disfrutan corriendo con una actitud que intenta fomentar el espíritu de equipo, que se divierten y que encuentran en las carreras de ultrafondo el escenario ideal para fomentar los valores de solidaridad y compañerismo…por ello si de algo pueden presumir es de haberse ganado el respeto y cariño del colectivo atlético que participa en carreras de ultrafondo…llevar un casco de romano es una simple anécdota que sólo suele llevar una minoría de ellos porque encuentran de ese modo una motivación especial que les hace sentirse mejor, pero lo más importante es la ACTITUD que intentan difundir…por eso deseaba expresar el ORGULLO DE SENTIRSE PRETORIANO DE TOMARES…”
No obstante, un año da para mucho y, en este que ahora se cierra, hemos dado el gran paso de constituirnos como Club, hemos demostrado a muchos que nuestra intención no es ser (ni parecer) los mejores, sino ser diferentes; y multitud de proyectos, algunos ya realizados y otros bajo nuestra coraza, aguardan a que podamos sacarlos adelante.
Los 101 Kms en 24 horas de Ronda – La Legión contra la droga. Los 100 Kms en 24 de Corricolari. La Subida al Veleta, la larga, la corta, la de apoyo. El Maratón Alpino de la Almudayna... y es que se podrá correr más rápido pero no se puede tener más arte. El dorsal solidario en ¡¡ A mi, La Sufrida !!. Los voluntarios. La Coraza, la camiseta de entrenamiento, el Credo Pretoriano, el blog, el foro, los proyectos solidarios: El Sahara Maratón.
La amistad, el compañerismo, la solidaridad, la vida, esa carrera que tenemos que ir ganando día a día y para la que hay que saber elegir muy bien los compañeros de viaje, para poder seguir luchando … lento, suave, sin miedo.

X  Y los Pretorianos viajaron sin Máximo a la tierra natal de Máximo
Allá por febrero 2008, los Pretorianos de Tomares, participan en el Sahara Maratón. En aquella época después de consultar a la sibila como ya he dicho anteriormente, decidí tomarme un tiempo libre, en el que algunos pensaron que había ido a visitar a Hades con la intención de que que me enseñase a remar en su barca para cruzar la laguna Estigia. Nuestro estandarte recorrió victorioso las tierras de Numidia, los Pretorianos se acostumbraron a hacer de pie lo que antes hacían sentados, aprendieron a reconocer los diferentes vientos del desierto, y conocieron el rito del té: “El primero amargo como la vida, el segundo dulce como el amor y el tercero suave como la muerte.”

 XI  La compra del segundo estandarte.
Mientras que César consigue que Vergincetórix, rey de los galos, se rinda, la metrópoli romana pasa por momentos muy delicados en lo que a política se refiere. El Senado presiona a Cneo Pompeyo Magno, procónsul junto a César y yerno de éste, para que retire el poder al conquistador, por miedo al terrible poder social y bélico que está concentrando. La historia comienza a perfilarse como una lucha por el mando del futuro Imperio Romano. Mientras tanto, Atia, sobrina de César, es la reina de la alta sociedad romana y juega a permanecer en ambos bandos. Para ello, cuando su prima Julia muere, obliga a su hija a divorciarse de su esposo Gabbius para ofrecérsela como nueva esposa a Pompeyo. Por otro lado, envía a su hijo Octavio a Las Galias con un caballo como regalo para su tío, el conquistador. En la nueva provincia, alguien ha robado el águila de oro que sirve de estandarte a Julio César; un mal augurio que hace que pone a sus tropas al borde del motín. Los encargados de buscarlo serán Lucio Voreno y Tito Pullo, dos héroes de la XIII Legión, quienes además de recuperar el estandarte, salvan la vida a Octavio, que había sido capturado por los mismos bárbaros que robaron el águila. La división entre César y Pompeyo está servida cuando el primero descubre que el otro cónsul está detrás del robo del estandarte, y éste repudia a Octavia, contrayendo matrimonio con otra patricia. Pompeyo, no llegó a recibir el estandarte robado, en su lugar recibió la cabeza de los ladrones. Nuestro estandarte seguía aún en manos de quien no debió tenerlo nunca. Ante esta situación, se decidió comprar un nuevo Estandarte, aunque no pensábamos que tuviéramos tiempo suficiente para que estuviera aquí en las LXVII Millas Romanas de Mérida. Nos pusimos manos a la obra, y este es el relato cronológico de su llegada. El nuevo estandarte se compró el dia 24 de marzo en Peabody (Massachusets). Salió de Lynnfield (Massachusetts) el dia 24 a las 8 y 22 de la noche. (no confundir con Lynfield que está en Nueva Zelanda). A las 9 y cuarto de la noche llegó a Manchester, New Hampshire de donde salió a las 10, 43 de la noche. A las 11 y 53 de la noche del día 24 llego a Philadelphia, de donde salió a las 10 y 32 de la mañana del día 25. A las 10 y 26 minutos de la noche del martes 25 de marzo, el estandarte pretoriano fue recepcionado en la ciudad de Colonia (Alemania). A las 3 y 58 minutos fue escaneado en Colonia para su salida. A las 5 y 7 minutos fueron procesados los datos del paquete en la aduana de Madrid. Notificación desde Colonia a las 5 y 17 minutos: avión Retrasado. A las 6 y dos minutos del día 27 fue escaneado a su llegada a Madrid. Y a las 7 y 19 fue procesado por el departamento de Importación.
A las 6 45 de la mañana del día 27 de marzo aparece que está en TRÁNSITO en SEVILLA. A las 11, 05 ha sido entregado en Bormujos. ¡¡¡ YA TENEMOS ESTANDARTE !!! Con los ojos empañados por la emoción, solo comparable a la que sentí cuando recibí el primer estandarte, he procedido a abrirlo, ¿será el pretoriano? ¿se habrá equivocado y me habrán enviado el de alguna Legión? Con todo el cariño lo he abierto y ahí está: inmaculado, recién hecho, magnifico, el escorpión con su mirada insolente dispuesto a demostrar que está por encima de las injusticias humanas. En TRES DIAS hemos conseguido un nuevo estandarte. El dulce néctar de la Venganza estaba preparado para servirse bien frío. 

XII  Un trozo de tela.

 La tarde discurría en Peabody, en el Condado de Essex, Massachussets, como cualquier otra tarde y nada parecía presagiar que pronto cambiaría el monótono transcurrir de las horas. Aquel humilde trozo de tela, aún no sabía lo que le esperaba. Colocado en su rincón, se sentía un poco solo. El resto de las telas, todas ellas de color rojo, no acostumbraban a hablarle, porque él era distinto, él era azul. Llevaba algún tiempo en aquel taller, y no entendía por qué él era el único diferente, siempre veía que una persona acostumbraba a acercarse a donde ellos estaban perfectamente colocados junto a tablillas, flecos, puntillas, algunas herramientas y unas extrañas planchas con unos símbolos aún más extraños y cogía algún rollo de tela roja, se la llevaba a otra parte de aquella casa y desaparecía. Todos aquellos trozos de tela roja nunca habían vuelto a aparecer por el taller. Veía como poco a poco los rollos de tela rojos iban siendo cada vez más pequeños, llegando incluso a desaparecer, para luego aparecer otros rollos nuevos, eso si, siempre rojos, que eran colocados con mucho cuidado junto a los demás.
Nuestro trozo de tela, pasaba la tarde pensando que hoy no sucedería nada especial, pero hoy se equivocaba, hoy sería un día diferente, hoy sería su gran día. Un poco aburrido vio acercarse de nuevo al dueño del taller, y cuando ya pensaba que cogería como siempre alguno de los rollos rojos, vio como lo cogía a él. Una invisible sonrisa se le dibujó en la cara, aunque al momento sintió una extraña sensación. La angustia de lo desconocido empezaba a apoderarse de él. Hasta ese momento no se había dado cuenta de que fuera lo que fuera lo que le pasaba a esas telas que desaparecían, hoy le iba a tocar a él. Al momento vio como el dueño del taller lo medía con esmero. Y como cogía una cuchilla enorme, imaginó lo peor, pensó que su vida acabaría en aquel instante, cerró los ojos y sintió como la cuchilla lo separaba del rollo de tela. Con sorpresa se dio cuenta de que no había sufrido ningún dolor y notó que el resto de tela azul que aun quedaba en el rollo parecía despedirse de él para siempre. ¡No ha sido tan malo como yo pensaba!, dijo para sí, pero al momento vio como una de aquellas enormes planchas con unas palabras extrañas y un signo aún más extraño se acercaba hacía él. Así estuvo un buen rato, sin llegar a comprender que estaba sucediendo.
Después de unos ligeros golpes notó como unos palitos eran colocados en sus extremos. Cuando aquello parecía haber terminado, el artesano lo miró satisfecho y sintió como lo enrollaba y lo introducía en un tubo de plástico, como lo cerraba y precintaba. Tuvo miedo. Allí dentro permaneció durante bastante tiempo, advirtió como el tubo cambiaba de mano y era introducido dentro de algún artefacto y como se iba alejando del taller. Sin saberlo llegó a Manchester y de allí a Philadelphia. Allí sintió como salía de aquel artefacto y era introducido en otro aún mayor. De pronto, le sobrevino una sensación extraña como si se estuviera alejando del suelo, pero no fue capaz de explicarla; y de nuevo otra parada y unas voces en un idioma desconocido: “Guten nagen”, “Achtung, Schnell”, “Verlandung”. Él no lo sabía pero había llegado a Colonia. De nuevo silencio, de nuevo esa sensación como si volara, y de nuevo otra parada y otro idioma desconocido. Había llegado a Madrid. De inmediato, otro viaje, esta vez más corto. Nuestro trozo de tela no lo sabía pero había llegado a Sevilla. Cuando ya pensaba que este ir y venir nunca iba a terminar, una nueva parada, una corta charla y sintió como el cilindro donde él se encontraba aprisionado cambiaba de mano. Notó como alguien con mucho cuidado rompía el precinto y quitaba la tapa. Después de dos días y medio encerrado le costó un poco acostumbrarse a la luz, se dio cuenta de que estaba en un lugar diferente, de que estaba en una tierra donde el cielo era más azul y la luz tenía más alegría. Cuando sus ojos se acostumbraron de nuevo a la luz, vio como la misma persona que lo había sacado del tubo lo miraba satisfecho, vio como sonreía y el trozo de tela tuvo una sensación extraña.
Al momento se dio cuenta que la persona que lo miraba hablaba un nuevo idioma, pero también comprobó que era capaz de comprender lo que decía. Oyó una conversación, su libertador hablaba con alguien que debía encontrarse muy lejos, pues no era capaz de oír a la otra persona con la que hablaba.
Luego la conversación terminó, y noto como su libertador, volvía a guardarlo en el tubo, pero ahora no sintió miedo. Por primera vez, se dijo que él estaba allí para quedarse, y orgulloso se dio cuenta de que ya no era un simple trozo de tela azul, él ahora era… el estandarte Pretoriano.

XIII  Capitulo Final: La Historia reciente.
Grandes gestas han sucedido desde entonces, y nuestro club se ha ido afianzando cada vez más con el paso de los años. Los lazos entre nosotros se han ido haciendo cada vez más importantes, hemos ido aprendiendo de nuestros errores y hemos intentado mejorar. Nunca hemos pretendido ser un club grande, mejor ser un gran club; no queremos ser muchos socios y que eso nos haga perder el horizonte, que eso nos convierta en lugar de en un grupo de amigos, en unos desconocidos. Hemos aprendido que hay quien puede acercarse al club confundido por las luces que destacan a lo lejos. Quien así lo hiciera se equivocaría, quien se acerque para aparecer en la foto junto al resto de compañeros del club, junto al estandarte, o con nuestra coraza se equivoca. A nadie se invita al club; para entrar hay que pedirlo dos veces y, aún así, deberá demostrar estar en sintonía con él. De qué sirve portar la coraza, si no se siente o no se sabe lo que significa. A nadie se le regala la coraza, la coraza hay que ganársela, y lo que es más importante, hay que saber conservarla y seguir ganándosela cada día. Grandes gestas han sucedido: los 100 kms del Sahara, Jarapalos, donde nació la ya famosa frase: "Si equipum facis, numquam solus eris." Fuimos a participar a la Al-mudayna, donde nos recibieron con los brazos abiertos, sorprendidos de que un autocar fuera desde Tomares hasta Murcia, y demostraran que si Aníbal pudo cruzar los Alpes, por qué los Pretorianos no iba a ser capaces de cruzar la Sierra de las Cabras. Participamos en la primera edición de las 24 horas de La Breña Xtreme, una prueba nacida con carácter solidario. Seguimos siendo un referente de lo que es el espíritu de los 101: hemos conseguido, gracias a nosotros, que en esta prueba haya la modalidad de equipos civiles. Hemos acompañado a Ángel Gámiz, en su primer 101, formando parte así del mejor reportaje que se ha hecho de la prueba. Hemos esperado a la entrada de Ronda, junto a la muralla Almocábar, para reagruparnos y entrar juntos, y cuando nos han visto sentados, esperando se han sorprendido. Nos han dicho: ¿Ahora os vais a parar?, Y al levantar la vista, han visto nuestra coraza, y nos han dicho. ¡Ah!, ¿que estáis esperando a alguien?. Y lo han dicho sin sorprenderse, sabiendo que eso es algo normal en nosotros. Un grupo de Pretorianos acudió a los Alpes. Debemos ir a correr el Maratón de Roma, para que nuestra coraza se pasee por las calles de la ciudad eterna, y saludar al Coliseo con el puño en el pecho. Proyecto que tenemos pendiente, pero no olvidado y que se cumplirá esta primavera….
Todo esto es ya historia reciente, historia que se sigue escribiendo cada día. Tenemos un compromiso, que debemos seguir cumpliendo, con nosotros mismos y con los que depositaron en nosotros su confianza; por eso debemos seguir escribiendo nuestra historia sin tregua, una historia que si queremos que perdure y que no se pierda como lágrimas en la lluvia, debemos escribir con... "Fuerza y Honor".
"A veces podemos elegir el camino a seguir. Otras veces lo eligen por nosotros. Y a veces no tenemos elección"  

Y la historia seguirá…. mientras Máximo Severo quiera seguir contándola y yo, su humilde cronista, poniéndola por escrito, para que no se pierda como se perdieron tantas otras leyendas que desaparecieron con el paso de los tiempos….

miércoles, 27 de noviembre de 2013

UTSN!!!!

Millas de Mérida.... abandono en Ronda en el km 80.... Madrid-Segovia.... y ahora la UTSN!!!! 
Me embarco en este reto con los mismos nervios de la primera tres cifras que hice hace algo menos de un año; le doy vuelta a las listas de material, las propias y las de compañeros y amigos; el pronóstico del tiempo me da los buenos días y me sigo preguntando cómo vamos a pasar esa mágica noche (y creo que fresquita también); pero en la mochila me llevo motivaciones, ánimos, frases sensatas, consejos, mirar p'alante, saber que puedo, canciones (no mires a la noche...); la lista de agradecimientos sería interminable pero la voy a centrar en mi club Pretorianos de Tomares, allegados, tropas auxiliares y familiares, y compañeros de trail que me animan a superarme y afrontar nuevos y más complicados retos; siento mucho los disgustos que le doy a mi familia con esto de no ser atleta popular y haberme enganchado a las ultras, pero.... no tiene precio, lo siento: el compañerismo, el buen rollo, el subidón que te da acercarte a meta y oir la megafonía, las caras de asombro cuando lo cuentas y cuando te ven al día siguiente de haber hecho lo que contabas, no tiene precio; gracias a todos por animarme y enseñarme a aprender de todas las experiencias; gracias por estar ahí y gracias a mi tribu (mi pequeña tribu de 3 miembros) por aguantarme y esperar a que termine mis entrenos para volver a ser super mami enrrollada ayúdame con los deberes y qué me vas a poner de comer, dónde están mis vaqueros, por qué has tardado tanto en volver del entreno.... ;)

sábado, 28 de septiembre de 2013

IV Madrid - Segovia, 21/22 septiembre 2013

IV MADRID SEGOVIA, 21-22 septiembre 2013

Tras salir tocada moralmente de Ronda, y después de animarme mucho Antonio Mayoral, me decido por apuntarme a esta prueba con la idea de quitarme la espinita del abandono en Ronda. Sé que era un problema entrenar en verano pero me animé y me lié la manta a la cabeza.
En junio fue la marcha pretoriana de Tomares a El Rocío por el cordel de Villamanrique, que, junto con las 7 Playas del fin de semana anterior, me dejaron la pierna izquierda un poco inútil (me niego a aprenderme los nombres de los sitios donde me duele): me tocaba allí donde parece que van los abductores pero que no son los abductores, ea ya está. Pues ese dolor me tuvo todo julio parada y parte de agosto, así que esos dos meses me dediqué a andar, andar y luego a andar. Fui a Lisboa y me anduve toda Lisboa y me hice la media maratón a Belem andando. Fui a Londres y Liverpool y lo que menos utilicé fue el transporte público. Todo a patita. Y ése fue mi entreno (no muy adecuado lo sé, pero era lo que podía hacer).  Ya a finales de agosto pude empezar a correr y alternaba trote cientounero con andar a ritmo cientounero también y me encomendé a todos los dioses Lares que por eso de ser pretoriana los veía más cercanos que a los ángeles y demás vírgenes.
El viaje en el AVE de ida a Madrid me lo paso en el coche cafetería donde me encuentro con Perico, el fotógrafo oficial de los Pretorianos de Tomares, y echo el resto del viaje comentando Ronda con un grupo de Bomberos de Sevilla que iba a Madrid para otra prueba, por San Lorenzo del Escorial.


 Y así me planto en Madrid comidita por los nervios y tras el primer atracón de ordenador por motivos de trabajo (sesiones de 12 horas ante la pantalla). Para añadirle más diversión a la prueba, la noche anterior me desvelo y desde las 3 de la mañana estoy velando armas.
Objetivos de la prueba: terminar con ganas de más y no pensar durante la prueba en lo que quedaba por delante sino en lo que ya llevaba hecho.
Con la mente puesta en esos dos objetivos empieza a amanecer en la plaza Castilla donde nos reunimos los Pretorianos participantes y saludamos a amigos y conocidos. 
Fresquito mañanero que termina de despertarme y la alegría de encontrarme con Sol, la más veterana, que ha estado mandándome ánimos vía Facebook para la prueba y comentándome los tramos y los entrenos que iba haciendo. Vuelvo a coincidir con Anna, que tiene el don de la ubicuidad (igual está dando dorsales que la ves en la salida como en la llegada, cuando me la encontré junto al acueducto encantada de verme terminar).


Nos hacemos fotos de grupo
 
y con compañeros de batalla de Ronda (er musasho que siempre lleva la bandera de la Legión encima), de Mérida (don Manuel Coronado que va a conseguir que su niña se dedique al ajedrez porque mira que iniciarse en las tres cifras en esta pedazo de prueba…. jejejejejejejeje) y caras conocidas de los Correcaminos entre otros clubes.

8:00. Con puntualidad británica dan la salida y empezamos andando para ir calentando hacia Fuencarral. Un puntazo de la organización darte el recorrido dentro de la bolsa del corredor separado por etapas. Eso te hacía ir viendo con objetivos cortos el recorrido ya que venía en tramos de no más de 15 kms. Por ejemplo este primero: Plaza Castilla-Fuencarral 4 kms. Me tomo la barrita estupenda de Keepgoing para empezar la prueba que te da subidón y te notas con el estómago lleno pero no pesado. Llegando a Fuencarral ya voy viendo la próxima etapa: Fuencarral – Tres Cantos (12 kms). Consulto la tarjetita elaborada por mi magnífica Sandra y ya me anuncia que no hay sombra y que esta etapa termina con repechos cortos y fuertes. Afortunadamente no ha salido el sol, sigue nublado y aprovechamos para correr lo más que se pueda.

La idea es correr en llano y cuesta abajo y andar rapidito cuando piquemos para arriba. Al llegar al primer control, el de Tres Cantos, veo que ya voy 2 horas por delante de los cierres de control y me propongo mantenerlo en la medida de lo posible.





Sin parar afronto el siguiente tramo: Tres Cantos-Colmenar Viejo, 12kms.  Ya llevo 12 kms en el cuerpo y hay que tomarse otra barrita de keepgoing para que no me pase como en Mérida, que se me cerró el estómago y luego no tenía manera de tirar de mí. Me encuentro genial, con buenas sensaciones y con las piernas fuertes, así que sigo corriendo lo más posible.  Según la super útil chuleta de Sandra, ahora nos tocaba bajada molesta (término bastante suave para la pechá de piedras sueltas que nos encontramos, pobres peregrinos del camino de Santiago que al fin y al cabo nosotros esto lo hacemos por afición y ellos por devoción no?). 
Cuando llegamos al arroyo salió el sol y con él vino toda la caló que caía a plomo sobre nuestras espaldas. ¡Qué manera de hacer calor! Sentía el sol en todas partes y ahí empecé la subida a Colmenar: 5 kms de preciosa subida vamos que nos vamos sin parar.
Cuando llegamos a Colmenar seguimos con las 2 horas por delante y eso hace que nos animemos un montón. La sandía de Colmenar la más rica del mundo y allí me llamó mucho la atención lo conocido que es el nombre de los Pretorianos en las pruebas.
La gente se me acercaba para hacerse fotos con nosotros porque éramos Pretorianos!!!! Yo alucinaba en colores porque no era consciente ni de la coraza que llevaba puesta y que estaba estrenando, por cierto. Tenía tan grabado mi objetivo de terminar, y con ganas de más, y de llegar a Segovia con mi compañero sin plantearme/nos el abandono que hasta me había olvidado de la coraza!!!!. Pues eso, que me llamó la atención el cariño de la gente que te adelantaba a la voz de ¡Ánimo Pretoriana! y de la que quería hacerse fotos contigo. Como diría Havié…. “como escarpias se me ponían los vellos”.
Llevaba el móvil en modo avión para no quedarme sin batería y lo abría en los avituallamientos para ir informando al grupo de cómo íbamos y saber cómo andaba el resto. Ya alucinaba con Emilio y Bombe, y la magnífica Blandine, que le llevaban por esos terrenos tan exigentes, y no había visto aún lo más “divertido”. También sabía que los mellizos, Mayoral y  Pepe, iban por delante, Pepe ya un poco tocado pero esperaba que lo superase, y que mi magnífica Sandra, que también se había preparado la prueba  iba fuerte y lanzada como una moto. Me imaginaba a Mayoral deseando echarse a volar jajajajajajajaja acompañando a su gemelo y a los ojos más bonitos de los Pretorianos. Pensaba que Sandra estaría orgullosa porque no iba pensando en lo que faltaba sino disfrutando de lo que iba haciendo y consiguiendo. Y así me planté en el camino hacia la siguiente etapa: Colmenar Viejo – Manzanares el Real (15 kms).
Nuevo vistazo a la chuleta de Sandra y prepararse psicológicamente para las subidas y bajadas con piedras, y cuando dicen piedras son muuuuchhaaaassss piedras. De nuevo pensaba en Emilio y si él podía pasar por ahí con sus guías no iba yo a amargarle el camino a mi compañero quejándome de las piedras. Así que a marcar ritmo cientounero, otra barrita de keepgoing, agua p’al cuerpo y vamos que nos vamos a Manzanares.
Llegamos al control del puente medieval con el margen de 2 horas del principio, cosa que me encantó,
y allí coincidimos con más invidentes, algunos me sonaban de Mérida, y desde luego que es de admirar el tesón del personal. Los voluntarios que estaban a cargo del avituallamiento nos insistieron en el agua porque nos esperaba un tramo muy duro, sin sombra, y con el sol encima y dando fuerte. Super amables los voluntarios. Ya empezábamos a conocerlos porque algunos parecían que tenían gemelos o que volaban y te los encontrabas por todas partes.
Y así enfilamos para Manzanares. La llegada, bajando al pantano, espectacular. Deseando llegar al avituallamiento y a la fuente para refrescarnos y repostar.
En Manzanares te ofrecían unos macarrones que había que tener mucha hambre para comérselos jajajajajaja, así que seguía con mis barritas de keepgoing para no desfallecer. Cuando pasábamos por algún bar sí que intentábamos parar para una cervecita y una tapita, que no había que perder las buenas costumbres y seguíamos con tiempo de margen. Además no hay nada como ir a los servicios, que las chicas lo tenemos un poco más complicado que ellos a la hora de ir al baño en el campo no?
Conexión con el mundo real y me entero que Bandolero se ha puesto “mu malito”. Se me cae el alma a los pies. Intento contactar con él para que siga con nosotros que llevamos un ritmo menos exigente y llevarle así a Segovia, pero Dani Calle me cuenta que está mu malito y que no sigue. Aprovecho para oir las llamadas de mis hermanos pretorianos que agradezco tanto. Nunca había pensado yo que podía vivir aventuras como ésta en primera persona y la estaba disfrutando muchísimo. Y los mensajes de ánimos de los “pretos” eran gritos que me empujaban y animaban a seguir a buen ritmo.
Tramo V: Manzanares – Mataelpino, 8 kms. Pero qué 8 kilómetros!!! A pleno sol, sin sombra alguna que te cobije. Como decía la chuleta de Sandra, suelo duro y compacto pero al lado había una zona de arboleda vallada con gente haciendo barbacoas y te preguntabas …. ¿por qué no podremos pasar por allí nosotros en lugar de por esta pista po dioooo?. Al final una subida “bonita” y llegamos a Mataelpino, el mejor avituallamiento de todos. Ambientazo impresionante y eran las 5 de la tarde. La música, los aplausos, la sandía, las sonrisas y enhorabuenas de los voluntarios y…. el bar jejejejejejeje. Parada de 15 minutos para estirar un poco e hidratarse en condiciones y vamos que nos vamos para La Barranca.
Tramo VI: Mataelpino – Navacerrada, 5 kms  de repechos im-pre-sio-nan-tes. Nunca podría yo haber imaginado que podía ir tan bien en un perfil exigente. Estaba alucinada conmigo misma. Seguía disfrutando del recorrido, sin pensar en lo que quedaba por delante sino muy animada con lo que llevaba encima ya y sin molestias alguna. Y así me planto en Navacerrada sin casi pensarlo y riéndome aún de las caras del personal cuando se enteraba que nos plantábamos en Segovia andando y corriendo sin parar a dormir jejejejejeje.
  
Tramo VII: Navacerrada – Cercedilla, 9 kms. Y el objetivo de llegar a Cercedilla antes de que anocheciera por meter algo de presión y seguir manteniendo las 2 horas de margen.  Eran pocos kilómetros pero durillos, y además ya se iba notando el día que llevábamos encima, pero empezó a bajar la temperatura y se agradecía. Así que volvimos a alternar andar y correr (lo cual en mí era impensable hace tiempo a estas alturas de cualquier prueba). Nuevo subidón al verme tan bien y marco ritmo rapidito que luego por la noche no se iba a poder andar tan rápido y de correr ni hablamos jejejejejeje.

Tramo VIII: Cercedilla – Fuenfría, 15 kms. Si Ronda empieza en Setenil, la Madrid-Segovia empieza en Cercedilla.  Ya es noche cerrada, ha bajado la temperatura, pero los ánimos siguen bien. Aguantamos las bromas de los lugareños de Cercedilla sobre nuestra afición a andar y correr, salimos andando rápido camino de la Fuenfría. Una lástima que la noche no nos deje disfrutar de la arboleda por la que vamos pasando pero las vistas de Madrid iluminada son una pasada. Seguimos andando a buen ritmo y voy notando que me están saliendo ampollas entre los dedos pero con la caló que ha hecho y el pateo que ya llevo encima es lo normal, así que ni una palabra y p’alante. Nos plantamos en el Alto de la Fuenfría soñando con algo caliente pero nuestro gozo en un pozo. El caldo no me atrevo a probarlo y el café se ha terminado. Ahí empiezo a acusar la falta de sueño y hay momentos en que ando dormida y pierdo un poco el rumbo con lo cual preocupo a mi compañero que ve que me aproximo demasiado al filo del camino jejejejejeje. Así que prepara los bastones para llevarme y me agarro a ellos para seguir andando a pesar del sueño.  Con esto, el ritmo baja un poco pero seguimos manteniendo más de 1 hr de margen por delante de los cortes, así que vamos bien.
Tramo IX: Fuenfría – Cruz de la Gallega, 11 kms. Como no he podido tomar café en el avituallamiento ni tampoco hay Coca Cola ni nada que me anime, sigo agarrada a los bastones, pero no desfallezco. Aprovecho el avituallamiento para echarme agua en la cara y despejarme y así no obligar a mi compañero a llevarme y tirar de mí. Además hay pocos kilómetros para el siguiente avituallamiento y los voluntarios me aseguran que allí hay café de sobra y no va a haber problemas de suministro. Entre una cosa y otra me despierto y retomo el ritmito que llevábamos antes y subimos para la Cruz de la Gallega.
Llegamos y quedaba café, poco pero quedaba. Así que me tomo café y coca cola y me termino de despertar.

Además recuerdo el pañito que llevo en la mochila para dedicarle mi entrada en Segovia a Polo y de retirada ni hablamos. Hay que terminar como sea, independientemente del frío, los pies, las ampollas, las piedras y llo que nos echen por delante, jajajajaja. Así que cambiamos pilas de frontales y salimos muy animados para encarar el Tramo X Cruz de la Gallega-Segovia., 11 kms.
Es todo bajada pero con piedras y todo bajada. No me atrevo a correr porque se me han ido estallando las ampollas antes de llegar a la Cruz de la Gallega pero sí que sigo andando y a ritmo fuerte porque quiero llegar a Segovia antes de que amanezca. La bajada se me hace eterna pero no pienso en ello (Sandra sí, me acordé de no pensar en lo que faltaba) y marco un ritmo tela de bueno, tipo Angel-ito, para  llegar a Segovia.
Por fin termino de bajar y ahora a llanear para llegar a Segovia que me recuerda a Mérida. Cuando estábamos llegando, Scheilor me enseñaba las cabezas del fondo y me decía “¿Ves el fondo? Ahí tienes que llegar para entrar en Mérida”. Pues aquí lo mismo pero viendo luces rojas en el horizonte. Era un sube y baja que por fin te lleva a Segovia. Y llega el momento recorrido turístico por la ciudad para llegar al acueducto.
Y llegamos!!!!!

Y como broche final última subidita para el autobús de vuelta a Madrid. Sigue el acueducto hasta el final y allí te encuentras el polideportivo con tu mochila y el autobús. Ni ducha ni ná. P’al autobús y vamos que nos vamos a Madrid para recoger el hatillo y volver a casa.

¿Qué me llevo de la Madrid – Segovia en el corazón? La satisfacción de llegar a meta con mi compañero (que llevaba una racha de abandonos que quería romper); el orgullo de pertenecer a un club formado por grandes compañeros; la lección de aprender a tomar decisiones difíciles y dolorosas pero sensatas (Pepe), la lección de acompañar a personas con una minusvalía (Emilio) supliendo sus carencias (Bombe, Mayoral, y Blandine) y la lección de superar todo tipo de dificultades físicas y mentales y llegar a meta tras duros entrenos (Sandra) y por último la lección de estar ahí apoyando en la distancia (todos mis pretorianos que me llamasteis y me enviasteis sms de apoyo y ánimo antes, Polo ay mi Polo, durante y después). Hoy sigo en la nube de subidón por haberla terminado y feliz, muy feliz, por haber estrenado la coraza en la prueba de Anna y deseando prepararme bien para próximos retos.
Gracias a tod@s los que estáis ahí dándome la mano para seguir avanzando y gracias a mi compañero y 50% por entrenar conmigo, tirar de mí cuando yo me dormía y dejarme marcar el ritmo que me pedía el cuerpo sin protestar, corriendo cuando yo quería, aunque no tuviese muchas ganas, y andando rápido y sin parar mucho.



martes, 9 de julio de 2013

CARTA DE ENTRADA AL CLUB DE LOS PRETORIANOS DE TOMARES

Ésta es la carta que presenté solicitando mi ingreso en el Club de Pretorianos de Tomares. Cuando la repaso aún me sigo emocionando puesto que me trae recuerdos estupendos y me encanta tener una frase para cada uno de los miembros de dicho club. Le he añadido fotos de todos y cada uno de los citados en mi carta. 

Bueno, ya estamos aquí…. el folio en blanco…. y .. ¿qué digo yo? Es más, es difícil pedir entrar a un sitio en el que tanta gente te ha abierto las puertas, los brazos y te hace sentir como si ésta fuera tu casa desde hace tanto tiempo.
Pero bueno, como aspirante pretoriana, tendré que pedirlo dos veces que, eso sí, me  he estudiado lo que hay que hacer.
¿Por qué quiero ser pretoriana? Madrinas, ¿y vosotras me lo preguntáis? ¿Por qué quiero ser pretoriana? 


Porque para mí soy semidioses, porque para mí sois compañeros, porque para mí sois amigos, sois personas que habéis hecho que, cuando hace un año andaba con muletas, gracias a vosotros participara en la Turdetania, me embarcara en la prueba de Arriate, terminara la Media de la Puebla y, aunque no apostaban por mí, sino que me hacían sentir como un carro vacío , consiguiera que lento, suave, sin miedo, recorriera los 42 kilómetros y 195 metros que han significado mucho para mí, porque no sólo he logrado algo que antes era impensable, sino que he sentido que puedo hacerlo disfrutando, sin sufrir o sólo lo indispensable, dándome cuenta que con vosotros puedo alcanzar lo que para mí era lo inalcanzable.
Nunca me he sentido cabalgando por verdes prados, el rostro bañado por el sol, porque todo esto lo he hecho en invierno, pero sí he sentido que los que me acompañáis en esta batalla sois mis fráteres, mis hermanos. He conseguido cosas que para mí eran impensables y me he dado cuenta de que hay cosas tan importantes como el compañerismo, el dar más de lo que se recibe, y de que lo que hacemos en esta vida tiene su eco en la eternidad.
Dicho esto, que no es poco,  quiero explicar que mis madrinas son Juani y Carmen, po diooo cómo no van a ser mis madrinas, por razones evidentes. Y no hay mejor día que hoy, día de la mujer, y mis madrinas son ellas. Si mi memoria histórica no falla, este club se fundó cuando se conmemoraba el día de la igualdad de sexos, día de Santa Justa y Rufina (… qué bonitos recuerdos, cruzar Triana, mi primera maratón, acompañada de amigos ….)




Yo quiero ser pretoriana, y ceñirme mi coraza,
 pa demostrar a la gente lo que vale nuestra raza.

Qué mejor día que hoy, y así es más fácil, pocas mujeres… vamos a por el 25%.!!! Pero es una mentirijilla. Es menos complicado que elegir padrinos. Mi gran dificultad habría sido elegir padrinos. ¿Por qué? Porque sólo necesito dos y no sabría a quién elegir. Porque mis padrinos sois todos.

Jose Luis…. 
por hacer lo que hiciste, por ayudarme y apoyarme en difíciles momentos, como dice aquel libro oculto entre las hojas “si quieres conocer a tus amigos ponte enfermo”.

                                                                        Javi… 
pitufo gruñón de pacotilla…. por invitarme a probar las cuestas de camas… cuando yo dudaba de mí y tú confiaste y me convenciste que podría dominarlas y subirlas y bajarlas con tesón, y volver a subir y volver a bajar.






Chema… 
porque el apoyo de las personas que han pasado lo que tú es aún más importante. Y tu sonrisa al volver a empezar a entrenar te lo quita tó.





                                           Plum
 mi Plum…. desde el saludo con el toque en mi hombro al salir en la Turdetania no he podido evitar tener una conexión especial contigo. Tú me convenciste de que terminara de soltar lastre y de dejar de estar pendiente de los comentarios tóxicos.



Bombe…. 
difícil expresar el apoyo recibido por ti. No hay palabras para tus miradas cómplices. Tu aprobación silenciosa cuando ves que lo hago bien. Tu espera cuando subo la cuesta de Gelves y estás ahí para ayudarme a coronarla. Aún me acuerdo: sube despacito, sin parar, despacito, constante.
                                          Acebal
Sr D Antonio Acebal… qué decir??? ¿que guardo como oro en paño el dibujo suyo que me tocó en el amigo invisible de la Navidad pretoriana? eso lo haría cualquiera; ¿que sigo todas sus ilustraciones porque todas y cada una de ellas demuestran el don que usted ha recibido? eso también lo hace todo el mundo; pero usted es D Antonio Acebal y con eso ya lo he dicho todo.



Andrés.
Para mí tú siempre serás Andres Pablo, Pablo Andrés, Antonio Pablo, Pablo Antonio, no sé, qué lío, me confundo. ¿Tú estás seguro que no eres hermano de Antonio y de Pablo? Te recuerdo llegando al entreno de las cuestas de Camas recién llegado de tus 100 Madrid-Segovia, como si nada. Para mí, eres el símbolo de la humildad, la sencillez, haces mucho como si no te costase nada. La humildad… fama, honor, y vida son.
                                       Angel-ito
el abuelo. Tu abrazo al terminar mi primera maratón me lo llevo en el corazón. Al igual que tu sonrisa cuando compruebas que he aprendido y sigo aprendiendo a disfrutar de estos locos retos en los que nos embarcamos. Y será un placer seguir compartiendo contigo mis primeras veces: mis primeras Millas Romanas, mis primeros 101 de Ronda….. y lo que nos queda por ver.

Ángel Vidal
¿Qué echamos de menos a Draco en la Puebla verdad?. Pero nos apoyamos en esos kilómetros finales que nos parecían dobles. Y superar mi cansancio y tus gemelos fue una prueba que luego me ha ayudado a superar otras. Vidal, “Vidal y Caballero”, esto me recuerdo esa de …. ‘Up where we belong’, niñooo, échate p’alante, sé mi ángel de la guarda y vente pa Mérida y consigamos la coraza juntos.


CarpeRaposo, Raposo – Carpe…. 
qué puedo decir de vosotros? qué me habéis acompañado desde mi primera meta. Llegar a las pistas de San Fernando y oír un estridente pitido de coche que me anunciaba que la meta estaba allí. Y me llevasteis hasta la meta, conduciendo a mi paso, y luego en el pódium me distéis la medalla, mi primera medalla. Y luego Turdetania, y Carpe de nuevo. Y la Media de la Puebla, Carpe Diem, habrá frases?  Y luego la  Marathon, y Carpe y Raposo.


Dani Calle y Antonio Mayoral, er Mayoral. Antes de deciros nada decidme dónde compro las neveras para el fondo de armario de la joven pretoriana. He venido a quitaros el puesto de novatos, ya hay otra más reciente que vosotros. 
Antonio, no te preocupes, en el próximo entreno, la que se caerá entrando en el PISA seré yo.  Te conocí antes de que fueses pretoriano y ya te ofrecías como ayuda para que cogiese la rutina de entrenos suficiente para encarar Mérida con confianza. Gracias por wasapearme y darme ánimos para las tiradas largas. Para mí siempre serás mi hermano mayor-al.

Dani, quiero tu hígado porque no conozco criatura humana que resista tanto ejercicio y tanta ingesta de alcohol sin efectos colaterales. Nunca olvidaré que mi primera vuelta a una rotonda para esperar al resto en el entreno fue contigo. Y las primeras veces…. son inolvidables. Quiero tu sonrisa, quiero tu cara rebollúa pá darle pellizcos. Eres el espíritu y la imagen de la alegría. No cambies nunca niño. Hay quien dice que para ser feliz hay que tomarse un bífidus al día… yo quiero un Dani Calle.

                                                       Emilio
¿Qué te puedo decir que no te hayan dicho ya? Que eres una magnífica persona (que huele muy bien por cierto), maestro, quema guías (que no hay ya quien aguante tu ritmo), ganador pero de amigos, campeón, en valores a imitar. Estoy deseando marcarme unas sevillanas contigo en Mérida y disfrutar de nuevo de las 7 playas con tu compañía esta vez.

Fran Moriana
Compañero de vigilia en Los Bandoleros, siempre sonriente, ¿qué más decir?, que me gusta esa forma tan peculiar que tienes de ponerte la gorra, padre de un gran ayudante en La Valiente.

                                            Isidro
Eres un ejemplo. Anduve tras tus pasos en la Turdetania y sentí tu retirada pero cuando me enteré de la tralla que llevabas en tus piernas te admiré aún más. Es para mí un honor que el buff de las 7 playas que vivió conmigo mi primera incursión en el lado oscuro del ultrafondo sea ahora tuyo. 


Isra.  
En un entreno me dijiste “Yo empecé a correr hace un año y aquí estoy”. Pues yo también. Y además pienso seguir haciéndolo con el mismo buen sentido del humor y ganas de disfrutar que tú tienes. Y cuando me falten pues te miro y las vuelvo a tener. ¡Qué buena la cervecita que me ofreciste al entrar en el estadio cuando estaba a puntito de entrar en el túnel de la maratón! Y esa sonrisa tuya diciéndome “Bien, ya lo has conseguido. Ya estás ahí”.

                                                                                               Joaquín Tejada
Compañero de lesiones. Los dos estábamos en Tomares viéndoles correr y como en las sevillanas pensando aquello de “se me va, el alma tras … los pretorianos, se me va”. Pero ahora volvemos a correr y a disfrutar de la compañía de esta pandilla de ultrafondistas con un corazón que no les cabe en el pecho.


Justo
ay Justo, gran tribuno; te conocí en una quedada post entreno y lagrimones se me caen con el salteaito que te marcaste, niñooo qué “güeno” estaba “tó”, si es que tienes manos de ángel “pa” la cocina; y además me declaro tu seguidora fiel en todas tus reivindicaciones.

                                 Luis María de Juan 
(…Ribeiro da Fonseca, claro). Te descubrí en el punto de avituallamiento de La Valiente (porque andabas con lo tuyo liadillo y no estabas para entrenos ni ná), pero me enseñaste a disfrutar desde el otro lado. Recuerdo ese avituallamiento y la sonrisa se me sale sin control.

Maki… 
cómo recuerdo lo que me dolía la cara de reirme después de entrenos, San Silvestre Pretoriana, y cada vez que salía el tema de los Bandoleros. Y es que no había tenido agujetas de reirme hasta que hice la San Silvestre. Vamos, que fui al dentista y todo porque creía que tenía una muela mala de lo que dolía!!



Los Manolos:

Manolo Castro                                                                                            Manolo Muñoz

Manolo Ortega
                                                                Manolo Pérez






¡Ol ma lovin, naina nai ná ná! Ortega, cuida de mi madrina y que siga tan guapa, anda, que es mu buena chiquilla y tú la tienes muy bien aliñá. 
Maximo Severo
Desde las 7 Playas le pusiste música a mi vida. Me has ayudado a aparcar las muletas y no volverlas a usar. Sólo espero poder tener tiempo para devolverte todo lo bueno que ofreces. Ya sabes… “uno recoge lo que siembra”.
                                           Niño… 
lo tuyo es inclasificable. Te recuerdo en la Turdetania adelantándome como una bala con tu libreta en la mano, tomando nota de todo lo que te interesase. Pero si es que dan ganas de adoptarte, joe niño… con ese corazón que tienes tan grande!!!! Pero Niño, haz el favor de llevar un reloj que no tengas que cambiar la hora.

Óscar Pajares. 
Cómo me pones las pilas para forzar la máquina con tus tiempos de corte, malditos tiempos de corte jejejeje. Pero te conocí en las 7 Playas, con tu moto, incansable de un lado a otro, animando y jaleando al batallón de cola para que llegáramos a tiempo de corte. Luego la Turdetania. Y así seguiremos encontrándonos. Y cuenta conmigo como voluntaria para cualquier cosa que organices. Porque tu trabajo y tu dedicación son difíciles de encontrar.

                                                                                    Paco Muñoz… 
cor velox… fuiste de los primeros en presenciar mi incursión en el lado oscuro, cuando me pillaste preparando la Turdetania por el camino restringido a lomos de tu bike y de ti siempre he recibido sensatos consejos y el placer de saber por qué eres cor velox. 



Pepe el del Carrito
¿sabes?, para mi eres grande, aunque en La San Silvestre Pretoriana, te empeñaras en ser “chiquito”.

                                              Polo
Eres el mejor y más simpático de los béticos que conozco, quitando a mi Carmen, po diooo, faltaría más. Por ti he entrado yo en una peña bética a tomarme una cervecita para celebrar la Media de la Puebla terminada. Y por tu manera de hacerlo todo agradable, entraría en todas las peñas béticas que se me pusieran por delante. Y eso que te comparto con tu Carmen, pero ya sabes… yo ya soy hueso viejo y voy p’al puchero.


Rafa Iza…. 
compartimos tanto…. pero que me ofrecieras el elixir de los dioses pretorianos en el avituallamiento turdetano de los botijos y que vinieras a esperarme al final de la Turdetania, con Cayo Sila, cuando las fuerzas flaqueaban, y ver tu sonrisa, me dio alas para llegar..

                                                           Andrés
Cayo Sila, eres grande!!! Tú también estabas ahí con Rafa Iza. Y qué me gusta sentir que hay gente como tú a mi lado, imperturbable al cansancio, luchador y perseverante. Legio patria nostra. Tenemos cosas en común (ambos hemos sido bautizados por la misma persona). 



Pablo Carvajal
buen entreno, buen entreno, qué bien me saben esas dos palabras que siempre me has dicho cuando he terminado mejor o peor, pero cuando he terminado peor me devuelves la vida y los ánimos con esas dos palabras. . Necesito un curso para distinguiros porque encima soy despistada para los nombres. Pero siempre tenéis una palabra amable para el “novato”; me acordé mucho durante la maratón de todas las veces que me dijisteis que disfrutara, que no forzara, que siempre dejara algo para el final. ¿Me lo dijo Antonio? ¿Pablo? ¿Los dos?

Pablo y Antonio, Antonio y Pablo
Pablo  gorrión, Pablo poeta y marinero,
Pablo arlequín, Pablo pintor, Pablo torero,
Pablo y ""el cant dels ocells"", Pablo maestro,
Pablos de todos, Pablos de nadie... Pablos nuestros.

Pepe er bandolero
Sé que estarás disfrutando con tu prueba ahora mientras yo escribo esta mi “larga” solicitud de entrada. Pero me gusta decirte mis previsiones para las pruebas y que te admires por la precisión con las que las llevo a cabo. Mira que eres buena gente, pero en este club hay tanta buena gente que no quiero que se gasten mis palabras de admiración por ti repitiéndote lo de que eres “mu buena gente, tela!!”.

                                           Potaje
Ojú, qué suzto me diste en la maratón cuando te ví malito. Ya me enteré de que tú te pones malito por costumbre, forma parte de tu encanto vamos. Pero que eres un máquina y que da gusto verte entrenar (y al principio, porque cuando coges el ritmo ya no te sigo el rastro ni por el olor jejejejeje).
Scheilor… 
qué gran ejemplo eres… yo de mayor quiero ser como tú y disfrutar como tú; me encantó compartir contigo la maratón, ir a tu par… bueno tú acomodarte a mi ritmito, pero fue genial; lo dicho, quiero ser como tú de mayor.







De los demás, no he tenido tiempo para estar tanto con vosotros, pero sí tengo también palabras que dedicaros.
                                                                                      Santi Martín

El dandi del ultrafondo. Ese grito de “Tomares Vincit” al entrar en la meta de la maratón todavía me pone los vellos como “escarpias”. Tú sí que sabes lo que es disfrutar y entrenar (y desde luego tienes aguante pá tó). 

Pedro Maqueda, y Pili
Siempre os agradeceré el apoyo en la Turdetania. Nada más llegar a la cantina, Pili dispuesta a darme algo para aliviar el dolor de mi compañero y los dos pendientes de que tuviéramos todo lo que nos hiciese falta.

                                        Antonio Hans
Te conozco poco, recúperate de la lesión para que pueda verte más tiempo, no quiero que lo nuestro se quede en encuentros en la tercera FASA (Gines 2012), o en el túnel de la maratón, sino que pronto estés para coincidir por los caminos.



César Corral
Ascolti nen, ¿tú tampoco tienes coraza? ¿A qué estás esperando? Vete buscando billetes para la maratona di Roma y allí la pillamos.



Paco Luque
Te he tratado poco y no sé que decirte, pero me gusta tu segundo apellido: Camino, y espero compartir mucho camino juntos. Se hace camino al andar….  

Plácido Cote
Prodígate más sentraña, que me ha dicho un pajarito que escribes una jartá de bien, vamos que has ganado un premio y tó.



                                          Pruden
Imprudente, no te conozco apenas, pero espero que el tiempo me permita subsanar esto, ¿qué más decir?... tu paso por Bandoleros… Apocalíptico.

Y de mis madrinas ¿qué queréis que os diga? Todos sabéis lo que es llegar a un avituallamiento con las piernas acusando el esfuerzo y encontrarte con la sonrisa más bonita de los pretorianos, esa Juanial final de una cuesta, aplaudiendo y gritando para que llegues, no pares, y dando ánimos como sólo ella sabe hacerlo.



¿Y de mi Carmen Román, po dioooo, el cascabel pretoriano, el ruidito que hace y lo feliz que está desde que es pretoriana? No sabéis cómo le ha cambiado la vida, y yo la conocía de antes. Ella me trajo a vosotros. Y eso siempre se lo agradeceré. 





Espero que me admitáis como una más y aunque mi modestia me impedirá verme como yo os veo a vosotros, si que espero que a vuestro lado mi alma, durante mucho tiempo vague vagabunda y cariñosa.

Animula vagula, blandula
hospes comesque corporis,
quae nunc abibis in loca
pallidula, rigida, nudula,
nec, ut soles, dabis iocos.

(Publius Aelius Hadrianus)

Alma, vagabunda y cariñosa,
huésped y compañera del cuerpo,
¿dónde vivirás? En lugares
lívidos, severos y desnudos
y jamás volverás a animarme como antes".




No me arrepiento de lo que no he hecho con vosotros. 
Me ilusiono con lo que podré hacer en el futuro.