MAMÁ
QUIERO SER TRIATLETA.
Cuando
me dijeron que fuese a echarle vistazo al acuatlon de Triana no podría
imaginarme que iba a disfrutar tanto. Iba aún lamiendo mis heridas post 7
Playas y no tenía ningún objetivo a la vista inmediato.
De
hecho, entre la baja de los Pretorianos y los pies “odidos” creí que ya
abandonaba la práctica intensa y me convertiría en “aficionada-hagoloquepuedo-fotógrafa-apoyo”
del resto.
Y
así llegué…. cojeando, con la cámara de fotos y apostando conmigo misma cuánto
iba a aguantar viendo una prueba desde la barrera.
Y
ya estamos en Triana. Día de lujo: solecito del “güeno”, calorcito al sol…. ese
tiempo que todos queremos que sea eterno y que dura quince días en Sevilla.


Es
cuando la cabecita empieza a decirte…. Pues si no te puedes meter las palizas
cientouneras como tú quieres, alterna y te metes solo una (ja ja y otro ja, que
diría Pepe el del carrito). Pero sí…. Nadar me gusta…. La bici la tengo
abandonaíta…. ¿Por qué no aprovechar y no obcecarme con la carrera solamente?

En
fín…. Que no tengo remedio. Que me centro en las fotos y luego en casa lo
vuelvo a pensar…. Y aquí una muestra de las fotos.
