MAMÁ
QUIERO SER TRIATLETA.
Cuando
me dijeron que fuese a echarle vistazo al acuatlon de Triana no podría
imaginarme que iba a disfrutar tanto. Iba aún lamiendo mis heridas post 7
Playas y no tenía ningún objetivo a la vista inmediato.
De
hecho, entre la baja de los Pretorianos y los pies “odidos” creí que ya
abandonaba la práctica intensa y me convertiría en “aficionada-hagoloquepuedo-fotógrafa-apoyo”
del resto.
Y
así llegué…. cojeando, con la cámara de fotos y apostando conmigo misma cuánto
iba a aguantar viendo una prueba desde la barrera.
Y
ya estamos en Triana. Día de lujo: solecito del “güeno”, calorcito al sol…. ese
tiempo que todos queremos que sea eterno y que dura quince días en Sevilla.
Y
empiezo a saludar a gente: ese Havié…. Incalificable, incansable, inagotable,
que afronta todo lo que le caiga por delante con un entusiasmo que te hace
replantearte todo….. al Bandolero…. Otro amor de persona, siempre con una
sonrisa puesta y una palabra de ánimo… con ese radar especial que tiene para
sentir que la persona que tiene enfrente no anda fina y necesita un empujoncito….
Y me voy calentando, pá qué engañá…..
Es
cuando la cabecita empieza a decirte…. Pues si no te puedes meter las palizas
cientouneras como tú quieres, alterna y te metes solo una (ja ja y otro ja, que
diría Pepe el del carrito). Pero sí…. Nadar me gusta…. La bici la tengo
abandonaíta…. ¿Por qué no aprovechar y no obcecarme con la carrera solamente?
Y
veo pasar como una exhalación a esa Anuska…. Ese momento fotógrafa, viendo sus
gestos…. Qué eficacia en la transición…. No parece ni que vaya sufriendo (luego
me enteré que lo pasó “divertido” en el agua). …. Pues igual….
En
fín…. Que no tengo remedio. Que me centro en las fotos y luego en casa lo
vuelvo a pensar…. Y aquí una muestra de las fotos.
Agradecerle
a Toñi que me abriera esta puerta….. porque ahora, que vuelvo a escribir,
pasados casi tres meses, tengo de nuevo ganas de más.
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