Marasevi
2014
(nota de facebook, 22 febrero)
"Definitivamente estoy loca. Sé que dije que no iba a correr marasevi por
aquello del asfalto y del impacto en las rodillas. Pero no lo puedo evitar.
Desde que supe que tú no la ibas a correr me movía en un mar de dudas: marasevi
sí, marasevi no.
Al final ha ganado el sí. Y es porque creo que debo dedicártela. Eres mi
motivación, eres la batería que se renueva sin fin, eres el motor que ha
provocado un cambio en mí desde aquella prueba en
Arriate hace ya muchos meses. Porque me has cambiado la vida, porque contigo
cumplir 50 años es como cumplir 18, y porque me has enseñado que la lucha
contra el crono no tiene sentido. He aprendido a disfrutar de los pre y los
post, he aprendido a relajarme, a escucharme algo más (en lugar de estar tan
pendiente de los otros), y he aprendido que no pasa nada por no ir más rápido.
Todo lo contrario: es mejor ir a mi ritmo, disfrutando de todas las
sensaciones, sonriéndole a la vida, conociendo a las personas y no dejando que
pasen por mi lado sin dejar huella.
Gracias por devolverme a la vida, como ave Fénix, por devolverme al mundo deportivo que tantas alegrías me está dando. Por acercarme a mi Club dePretorianos de Tomares (este conjunto de descerebrados que son "pa darles bocaos" a todos, con unas mujeres bravas que son un ejemplo para mí y un modelo a seguir), por abrirme las puertas del Ultrafondo (donde tanta buena gente había y que voy conociendo poco a poco), por ayudarme a afrontar los retos que me pongo y por estar ahí.
Gracias por devolverme a la vida, como ave Fénix, por devolverme al mundo deportivo que tantas alegrías me está dando. Por acercarme a mi Club dePretorianos de Tomares (este conjunto de descerebrados que son "pa darles bocaos" a todos, con unas mujeres bravas que son un ejemplo para mí y un modelo a seguir), por abrirme las puertas del Ultrafondo (donde tanta buena gente había y que voy conociendo poco a poco), por ayudarme a afrontar los retos que me pongo y por estar ahí.
Por eso, esta marasevi (que como todos los años
diré que es la última pero luego ya veremos) va por ti. Sólo espero que te
recuperes pronto y volvamos a ser ese equipo que corre junto y que se releva en
los momentos que hace falta relevarse.
Pero mientras llega ese momento.... esta
marasevi va por tí y repasaré todos tus consejos a lo largo de esos
maravillosos kilómetros en los que espero saludar, sonreír, besar y abrazar a
todas estas increíbles personas que me están acompañando en esta nueva etapa.
Si a alguno no saludo, soy muy despistada, y
además llevaré mi música para no decaer y superar todos los muros. Pero entraré
en el estadio y me iré corriendo para enseñarte la medalla. Y el lunes....
volveré a mis clases y a la tierra y a soñar con la Madre de todas las
Carreras, Ronda, donde espero entrar en la Alameda tan sonriente como Cris López y Rafael Iza Gonzalez, a ser
posible acompañada por ti, y si eso no es posible, esperándome tú en la
Alameda.
Con esta declaración de principios, estaba
claro que terminaba la maratón sí o sí. No tenía claro a qué ritmo, ni cómo lo
iba a hacer, si iba a andar a partir de qué kilómetro, pero una vez lanzada de
cabeza a la piscina, pues a disfrutar de la prueba. Y así fue.
Madrugón para salir bien desayunada y vamos que
nos vamos a ver amanecer en los aparcamientos bajo el Alamillo. Poco a poco se
van concentrando coches, corredores y empieza el olor a réflex y demás
ungüentos. Ese ambiente es indescriptible. Al que le gusta le gusta y al que no
lo entiendo lo mira como si estuviese viendo marcianos invadiendo Sevilla.
Fotos de grupo, muchas risas (que me gusta
participar en las pruebas con la risa puesta en la cara) y vamos que nos vamos.
Desde el día anterior andaba Dani Calle insistiendo en que me pegase a él y
terminase la maratón a su ritmo. Yo que sabía que no la había preparado como
había que haberlo hecho no quise comprometerle a estar pendiente de mí, porque
igual al final no podía con ella (esto de correr por el campo te imprime
carácter y te hace cogerle miedo al impacto del asfalto).
Pero una vez empezada la prueba, y con la
adrenalina a tope, veo que puedo aguantar bien el ritmo pensado por Dani Calle
para llevar a Sandra hasta meta y me uno al grupo. El grupo era de lo mejor:
ese Kilian de Tomares, que ha debido correr dos maratones en una porque era un
no parar de ir para adelante y de volver a preguntar cómo andábamos. Luego Dani
Calle, de maestro de ceremonias, pendiente del crono, de los tiempos de paso de
cada kilómetros (mira que vamos rápido, vamos a apretar un poco) y así controlando
para mantener un ritmo aceptable. Al principio César también venía pero luego
se fue adelantando y daba gusto verle como trotaba de ligerito. Y así nos
íbamos comiendo los kilómetros de una forma sorprendente.
Nunca había sentido yo que los kilómetros eran
tan cortos. Qué bien y qué divertidos íbamos. Hasta mi hermano, que se unió a
nosotros al principio, iba algo sorprendido del buen ritmo y de la marcheta que
llevábamos.
Y así íbamos afrontando muros y dificultades,
molestias y algún calambrillo que se superaba bien. Y llegaba la media. Y seguíamos bien. Y
llegaba el campo del Betis. Y seguíamos bien.
Yo iba como mirando los toros desde la barrera,
como si contemplase una obra. Kilian corriendo hacia adelante y hacia atrás, en
un no parar. “¿Cómo vais?” y yo “Divina” (manita momento pijo incluido) Dani
Calle controlando todo. “Ahora vamos a ritmo de 5hrs 30”. “Vamos a correr hasta
esa farola”. “Ahora andamos un poco para recuperar”. Y así toda la carrera. No
sé qué habría sido de mí si no hubiera ido con vosotros.
Pero, para mí, y sé que no puedo ser objetiva
(y tampoco me apetece serlo), lo que más me llega es la raza de Sandra. Ese
carácter fuerte y sólido como una piedra, decidida a superar todo lo que haya
que superar para conseguir el objetivo. Pero no por ello encerrada en sí misma,
sino pendiente de los que van con ella. Y además con la sonrisa puesta. Correr
con Sandra es como ir con alguien famoso a quien todo el mundo saluda y con
mucho cariño. Todos los que la conocían le gritaban, daban ánimos, aplaudían
hasta dolerles las manos. Es un ejemplo que sé que muchos seguimos. Pero
disfruté de toda la prueba viendo como superaba sus molestias, su cansancio,
como administraba sus esfuerzos, aprendiendo de ella. Como hago desde que la
conocí, aprendiendo de ella y procurando mejorar siguiendo su ejemplo. Si es
que se me cae la baba con ella, no lo puedo remediar.
Y cuando íbamos ya un poco tocaditos, mucha
caló, ya bastantes kilómetros en las piernas corriendo, entonces apareció ella.
Si es que con Carmen las cosas se ven de otra forma. Yo nunca había podido
correr con ella en ninguna prueba y desde luego es algo que me encantaría
volver a hacer. Porque quien ha corrido con Carmen, no puede volver a correr
solo. ¡Cuánta alegría metida en un solo cuerpo! Fue llegar ella y volver las
risas, las carcajadas a plena voz (para sorpresa de los que nos veían, que ya
habían visto a muchos pasar y ahora llegábamos nosotros riéndonos tela). Y con
la alegría de Carmen, las piernas dejaron de estar tan cansadas y tiramos para
la Plaza de España.
Yo sabía que mi hermano andaba por allí en plan
avituallamiento alternativo pero no contaba con que siguiera allí porque sabía
que tenía comida familiar. Tampoco iba tan pendiente del reloj como para
calcular la hora que era, así que cuando entré en la Plaza de España y le ví
corriendo para ayudar al personal me emocioné mucho.
Han sido tantas pruebas acompañándole (de
Sevilla a Valencia), siendo su apoyo, llevando sus geles, botecitos, vaselina y
todo lo que me pidiese que llevara, que ver que los papeles estaban cambiados y
que ahí estaba el tío, hecho un fenómeno, ayudando a todos, y que me iba a ver
a mí llegar y tan bien como yo iba…. que me emocioné muchísimo. Y como ahora
ando sensiblona pues se me escapó la lágrima. Le pegué un abrazo que uffffff me
da pena que no haya constancia gráfica porque de verdad que fue un momento…..
(sin palabras, que ya es difícil en mí). Total que me dio sus consejos (que yo
nunca sigo, en mi línea) y me despedí de él.
Y de allí salimos ya todo el grupo camino del
centro de Sevilla y con el pensamiento puesto en la meta. Yo ya empezaba a
notar el esfuerzo y no quería ralentizar al grupo pero en cuanto me alejaba
algo se me acercaban Dani y/o Carmen y a la voz de “ahora no te vas a quedar
atrás” me daban los ánimos que me podrían faltar y a volver a apretar un poco
más los dientes para seguir con ellos.
Y entre una cosa y otra, nos plantamos en el
Alamillo. Ya estaba todo listo. Ya llegábamos antes de las cinco horas y media.
Y con esos ánimos alcanzamos a Soledad, Sol, la veterana más brava que conozco,
después de la gran Veterana, claro. Me sorprendió mucho que la cogiera pero
cuando me contó que iba tocada de una pierna, entendí por qué iba a un ritmo
que había hecho posible que yo fuese con ella. Y decidí que la llevaba a meta
como fuese. Intentaría darle un ritmito que no se le hiciera demasiado pesado
la vueltecita por el Alamillo y los aparcamientos de los kilómetros finales.
Y visto mi objetivo de ir con Sol, el grupo
decide adoptarla también y entre todos nos plantamos en meta.
Era mi segunda
maratón. Y estaba entrando en meta. Y los saludos de Jose VS (otro máquina en
esto del pateo por el ultrafondo), Coco y Mª Ángeles de los Jartibles, Azucena
y esos últimos gritos de ánimo….. te llevan volando a la meta.
Y lista. Segunda maratón terminada. Y está
claro. Me encanta correr por el campo, es lo mío, me encantan las pruebas de
tres cifras, en las que me siento más cómoda, relajada y feliz, pero correré la
marasevi todas las veces que pueda, mientras que no haya lesión que me lo
impida. Y para el año que viene…. a mejorar la marca de este año.
Cuando ya me iba para el coche (para volver a
la vida normal de supermami, profe de inglés), me encuentro con la mujer de Mera
que me mimó como si fuese mi mami y me dio la enhorabuena por lo que había
hecho y me volví a emocionar. Aichhhh, estas mujeres jartibles, qué grandes
son.
Y termino como empecé esta crónica. Todo esto
es emocionante porque se comparte con las personas que más quieres. Y a mí me
encanta compartir mi experiencia de esta maratón con las magníficas personas
que me acompañaron durante la prueba, y sin las que probablemente no habría
podido terminarla y tan bien. Gracias Dani por llevarme a meta y convencerme de
que podía forzar un poquito el ritmo y seguir el vuestro; gracias Sandra por
seguir dándome clases en silencio, sin decir nada, solo haciendo las cosas;
gracias Kilian (Antonio Pablo) por esa energía ilimitada, esos comentarios que
arrancaban risas incomprensibles para el resto; gracias Carmen por estar cuando
más falta hacía, cuando los ánimos iban un poquito para abajo por el cansancio
y por tu alegría que nos terminó de llevar a meta.
Gracias a todos los que apoyáis, con
comentarios, con me gusta en los entrenos, con palabras de ánimo, con fotos,
con sugerencias, con cualquier aportación, porque las leo todas (incluso las
tuyas Jose Luis, aunque creas que después no te echo mucha cuenta jejejejeje) y
las voy archivando en la pda.
Gracias a mi club, Pretorianos de Tomares, por
cambiar mi manera de ver la práctica deportiva. Porque ahora no llego a los
avituallamientos y salgo disparada (bueno algo rapidita claro), sino que
disfruto de ellos, saludo a los voluntarios y les agradezco sus atenciones; porque
no estoy sujeta a los pitidos del garmin, no tengo el agobio del tiempo límite
para terminar prueba, no tengo problemas para correr y andar y por ser como
sois, todos tan distintos pero el conjunto es muy divertido. Y como dijo
alguien…. “si no existieseis habría que inventaros”.
Y gracias a ti, que aguantas mis entrenos
madrugadores y vespertinos, mi dedo convulsivo a la hora de apuntarse a todo,
mis ganas de comerme el mundo…. Sólo espero que llegue pronto el día en que
volvamos a correr juntos, porque se te echa mucho de menos antes, durante y
después de todo esto.
Enhorabuena Estrella. Estas hecha ya una asidua al maratón. Tu cronica me ha hecho recordar la primera vez que te ví. Acompañando a tu hermano en bici en el maraton de 2011.
ResponderEliminarA ver si Merche me aguanta todo el año y el próximo te toma como ejemplo para acabar su primera maraton. Un fuerte beso
Enhorabuena CAMPEONA.
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