Entre las ganas que yo
tengo de Ronda y mi compañera de fatigas, la alemana, que se ha vuelto más
friki que yo con esto del trail….. el caso que inscritas para la Cueva del Gato
y a disfrutar.
Como me conozco el
recorrido, ya le comento el tapón del principio. Así que nos ponemos por
delante y nos hartamos de correr para no quedarnos muy atrás. Je je . Mis
momentos ansiosos van a ser conocidos por toda la serranía.
Una vez que pasamos el
tapón y coronamos la primera interminable cuesta, nos encontramos con el
Tragabuche. Es un máquina. Ha vuelto más fuerte que nunca. Estuvo andando con
nosotras un ratito y tiró para adelante.
Nosotras seguíamos
peleando con el barro pegajoso tras las últimas lluvias, las piedras, y
seguíamos incansables.
Y llegamos y
terminamos. Es una crónica cortita porque mi artrosis dice aquí estoy a partir
del kilómetro 30. Así que la parte final fue un poco “intensa”.
Ahora a cuidarse y no
quemarse en la próxima que ya veremos cuándo es.
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