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miércoles, 26 de junio de 2013

Arriate, 2012


 Vuelvo a Ronda!!!! Hacía años que no paseaba por Ronda, mi Ronda. No sé qué tiene Ronda que enamora y a mí me tiene tela de enganchaíta. Y eso que no estaba empezando a oir de los 101 kms de Ronda…. que luego la cosa se ha ido poniendo peor jejejejeje.



Y me comen los nervios. Porque estoy en Ronda. Porque me estreno en una carrera de montaña. Mi hermano Jose Luis me envió la información pero no sabía qué hacer. Después de pensar, hablar y recibir ánimos por parte de Máximo Severo, me planto en Ronda dispuesta a afrontar Arriate. Llena de dudas, para variar, sobre si seré capaz de aguantar, de entrar en tiempo, de soportar el sufrimiento que imaginaba iba a tener. Pero como yo arreglo las dudas paseando… pues paseíto por la calle de la Bola, que luego tan gratos recuerdos me traería.


Y me planto en Arriate y primera sorpresa. Le “robo” el dorsal 1 a mi hermano. Echamos unas risas a costa del “robo”, pero la verdad es que me hizo gracia. Mi primera carrera de montaña, dorsal 1. Así que después de los saluditos de rigor…


... me voy a la salida y me encuentro con don Paco, de quien había oído hablar mucho pero que no había conocido personalmente. No tengo nada que añadir a todo lo que ya se ha dicho de él. De hecho, empecé corriendo con él pero él se lanzó cuesta abajo como un poseído y ya no le volví a ver. Menos mal que me queda la foto para el recuerdo.


De Arriate me gustó todo. El ambiente que había entre los participantes. La zona que es una preciosidad. El final del recorrido por lo que todos le llamaban “la jungla” que es un vergel impresionante.





Y llegué a meta CORRIENDO!!!! y esprintando, para escándalo de mi hermano que no podía filmar mi llegada. Fue impresionante verme llegar a meta tan feliz y con tantas ganas de más. Había descubierto lo que me gustaba.  Estaba encantada.





 Y además había tenido la suerte de contar con la compañía de un Pretoriano, Máximo Severo, que me había ido aconsejando para no agotarme, no dejarme llevar por la euforia, y me había amenizado el recorrido contándome anécdotas de los 101 kms de Ronda ya que pasamos por territorio cientounero. Se me pasó volando. Y gracias a Arriate, supe de Luna, susmurai estupenda y sonriente, de su hija Lunita, que ha heredado la sonrisa, y compartí almuerzo con Balbuena y su fiel escudero Agustín, con mi Espi, que me lo como a besos cada vez que le veo sonriendo por meta, con mi hermano y echamos risas a costa de la prueba y del recorrido.


Y visto lo visto… ya tenía un horizonte nuevo abierto y mi dorsal significó una declaración de intenciones. Así que uniendo mi dorsal al de Máximo Severo resultó….
 







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